Compras de Navidad: el 73% priorizará productos sustentables

Investigación del

Centro Nacional de Responsabilidad Social

  Empresaria y Capital Social (FCE-UBA)

 

El sentido religioso de la navidad, o la ocasión para realizar un balance sobre los objetivos alcanzados en el año que culmina y pensar los propósitos para el que inicia, siempre han sido momentos donde lo espiritual y la solidaridad brotan a flor de piel.

Pero en las últimas décadas, la sociedad de consumo ha ido resignificando progresivamente estas festividades imponiendo nuevas tradiciones hasta transformar a la navidad y el año nuevo en otro momento de encuentro más para comer, tomar, obsequiar regalos materiales y festejar ruidosamente.

En este contexto, la solidaridad y el compromiso social pareció finalmente haber quedado reducido a un puñado de acciones aisladas, como las campañas de donación de juguetes para distribuir en Hospitales Infantiles o barrios humildes, que llevan adelante algunas fundaciones, o las cenas solidarias organizadas en algunos templos o asociaciones civiles.

Pero, sin prisa pero sin pausa, en los últimos tiempos, un cambio de tendencia se empezó a hacer cada vez más evidente, producto de una mayor conciencia ambiental y un renovado compromiso social en la ciudadanía.

Nos encontramos hoy frente a una nueva realidad de una mayor consciencia social y ambiental de la ciudadanía, que se expresa también al momento de decidir sus consumos.

Estos consumidores “conscientes”, son aquellos que priorizan realizar sus compras a empresas “que devuelven a la sociedad”. Incluso, en muchas ocasiones teniendo que pagar extra por esos productos.

En los últimos años, han sido numerosas las investigaciones de mercado y las consultoras de opinión pública que, de diferentes maneras, han ido señalando esta realidad.

Por ello, desde el Centro Nacional de Responsabilidad Social Empresarial y Capital Social (Cenarsecs) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, consideramos importante contar con estadísticas propias, que reflejen ese perfil del consumidor argentino, ante una fecha tan sensible para el consumo, como lo es la navidad, como una buena herramienta útil para la toma de decisiones de las empresas locales, en el sentido de que puedan encausar sus estrategias de márketing con propósito y consumo responsable y sustentable.

Y para ello, entre el 7 y el 15 de diciembre realizamos una investigación de mercado, encuestando a consumidores de todo el país para poder reflejar fielmente esas nuevas tendencias en materia de consumo responsable y sustentable en Argentina, considerando al mismo tiempo las limitaciones producto de nuestra compleja realidad económica de alta inflación.

Uno de los primeros datos que se desprende de este estudio es que el 73% de los consumidores argentinos priorizará a los productos sustentables en las compras de esta navidad.

Particularmente, mientras solo un 5,3% dijo que nunca tiene en consideración estos temas, un abrumador 46% respondió que siempre o casi siempre considera estos asuntos al momento de realizar sus compras navideñas. Y un 26,7 % manifestó que lo tiene en cuenta en algunas oportunidades.

El Lic. Julián D’Angelo, Director del Cenarsecs y responsable del estudio señaló que “sin dudas, estos números vienen a ratificar una tendencia irreversible en el carácter consciente y responsable de los consumidores que también se expresa generacionalmente, ya que, por ejemplo, ese 46% de consumidores que siempre o casi siempre consideran las condiciones sociales o ambientales del producto o su fabricante, sube al 50% en el caso de los millennials (entre 28 y 40 años)”.

Pero, además, casi el 75% de los consumidores consultados expresó que está dispuesto a pagar más por esos productos sustentables de empresas que devuelvan a la sociedad.

Y a un 12,3%, incluso no les importa cuál es ese costo extra por pagar, ya que siempre prioriza en este tipo de compras navideñas, productos sustentables o de empresas que “devuelven a la sociedad”.

Y nuevamente la cuestión generacional vuelve a ser notoria, señala Julián D’Angelo,  “la mayor disposición a pagar extra se evidencia en los más jóvenes: 81% de los centennials (18 a 27 años) y 82% en los millennials (28 a 40 años). Contra un 73% de respuestas positivas en el caso de los boomers (58 a 77 años), y un 73,6% para la generación X (41 a 57 años”).

Pero además se les preguntó si en oportunidades anteriores efectivamente habían comprado productos sustentables, incluso si ello implicaba un mayor costo en comparación con productos convencionales.

“Y en este caso nos volvimos a encontrar con respuestas contundentemente afirmativas”, señaló el Lic. D’Angelo.

Uno de cada cinco consumidores consultados respondió que efectivamente en otras oportunidades ya había priorizado comprar productos sustentables en la mayoría de sus compras, aunque hayan tenido que pagar un precio extra por ello. Y casi uno de cada dos consumidores lo había hecho efectivamente en algunas de sus compras.

En total, siete de cada diez consumidores concretamente ya habían priorizado comprar productos sustentables en años anteriores, al menos en alguna ocasión, aunque tuvieran un costo mayor que otros productos convencionales.

En este caso, el porcentaje más alto se dio en el caso de los boomers, con un 78,8% de experiencias anteriores reales de compras sustentables.

Pero el resultado más sorprendente se obtiene cuando correlacionamos las tres preguntas: el 55% de los consumidores (más de uno de cada dos consumidores) considerará, al menos alguna vez para sus compras navideñas de este año, las condiciones sociales o ambientales del producto o la responsabilidad social de la empresa fabricante, al mismo tiempo que está dispuesto a pagar un costo extra por esa decisión, y con el antecedente de que ya cuenta efectivamente con compras reales en el pasado, de productos sustentables, aunque eso le haya costado más caro que un producto convencional.

Adicionalmente, el estudio puso el foco también en una problemática que, en nuestro país, venimos padeciendo hace varios años, pero que actualmente está afectando también, en mayor o menor medida, a muchos países del mundo, a partir de la recuperación económica en la salida de la pandemia Covid-19: el incremento de la inflación que, sin dudas, está afectando el nivel de vida de la población y la economía de los consumidores.

Aunque el impacto varía significativamente conforme los distintos segmentos de la población, según el nivel de ingreso o el tipo de empleo de las personas consultadas, es una realidad objetiva que muchas familias disponen de un menor presupuesto para sus compras no esenciales.

Por ello, y previendo que muchos consumidores pueden recortar el dinero gastado en las compras de navidad, o incluso cancelar compras, es que se les preguntó si preveían reducir sus gastos (en compras de productos no alimenticios) para la Navidad 2022 debido al aumento de los precios por la inflación.

A esta consulta, casi uno de cada dos consumidores argentinos respondió que este año pensaba realizar recortes en la mayoría o todos los gastos vinculados a las fiestas de navidad.

Y solo el 10,8% respondió que no pensaba realizar ninguna reducción de gastos en sus compras navideñas producto del aumento de precios por la inflación. Es decir, un 89,2 % de los consultados tienen previsto realizar algún tipo de ahorro en sus gastos para estas fiestas de navidad.

En cuanto al análisis por género, el Lic. Julián D’Angelo indicó que se nota una mayor tendencia al ahorro en las mujeres, donde un 52% respondieron que reducirían sus gastos en todos o la mayoría de los consumos. Mientras que en el caso de los varones, este número fue del 40%.

De igual forma, comparando nuestros resultados, con la encuesta realizada en noviembre en siete países europeos y los Estados Unidos, por la consultora Packlink PRO, la tendencia al ahorro de gastos, por motivo de la inflación, es notoriamente más alta en nuestro país, en comparación a los ocho mercados relevados en dicho estudio. En comparación con nuestro 89,2% de los consultados que piensan hacer algún recorte de gastos, en el caso de Gran Bretaña ese número es del 70% de los encuestados. Por el contrario, los compradores alemanes parecen mostrarse mucho más reacios, con un 47% propensos a los recortes. Y en España, dicha cifra asciende al 62% de los consumidores.